Cómo YouTube se comió a mi hermano
El 14 de febrero de 2005 en el altillo de una casa del estado de San Mateo, California (EEUU) tres ex empleados de la empresa de pago online PayPal daban vida a un gigante viral como es YouTube.
El 4 de junio de 2013 en una casa en la localidad de Martínez (Argentina) Wenceslao con tan solo 12 años se abría eufórico una cuenta de la plataforma digital de los videos.
En esos ocho años que pasaron, YouTube se convirtió en un monstruo de la Internet: cada minuto se suben 100 horas de video; en total 144.000 horas diarias. Es decir, 5.745.350 videos que se ven por minuto, unas 6 mil millones de horas por mes.
Si achicamos la lupa, Wenceslao mira cinco videos de 30 minutos promedio por día, es decir, dos horas y 30 minutos diarios con la nariz pegada a la pantallita del celular, 17 horas y 30 minutos semanales enrojeciendo sus ojos, 70 horas mensuales dando likes y visitas, 6387 horas anuales donde suceden imágenes interminables que van desde youtubers haciendo un gameplay  y gente que se tira un balde de agua helada en la cabeza.

You may also like

Back to Top